martes, 14 de diciembre de 2010
Norma y Paraíso de los Negros
Y como el jueves 16 también hubiese sido el cumpleaños de Antonio Vega, otra recomendación: "El alpinista de los sueños", el disco homenaje que han hecho con sus canciones. Muy buena la versión de Love of Lesbian y la de Lori Meyers.
Qué pena.
domingo, 21 de noviembre de 2010
Arreglar desperfectos
Éste es el lema de este blog, que a mí me parece genial. Cuando veo faltas de ortografía en sitios donde no puedo sacar mi boli rojo, rodearla y quitar 0'25... me pongo muy tensa... Menos mal que hay ideas así
http://acentosperdidosespana.blogspot.com/
Al que me traiga una foto suya arreglando un desperfecto ortográfico público, le subo la nota. Y bastante, ya pensaré cómo. No hay valor de hacerlo...
viernes, 12 de noviembre de 2010
Ampliar lo dado

domingo, 24 de octubre de 2010
Lo que para cada uno es la felicidad
Aristóteles entendía que a la felicidad se llegaba por la virtud. Y a ésta la conducía la razón, para lograr el término medio. Lo de toda la vida: pensar antes de actuar te asegura que las cosas saldrán bien –o, por lo menos, ayuda-. Y por eso la “eudaimonía” se entendía como ese camino racional que conduce al bienestar. Pero llevo unos días pensando que prefiero darle una vuelta de tuerca. Con el permiso de S. y de aquellos expertos en Latín y Griego, eudaimonía viene de “eu”, bueno, y “daimon”, pequeño dios, pequeña fuerza mágica, podría decirse. Entonces, ciñéndonos a la letra, la felicidad es una especie de dios bueno –algo así como lo que cantaban los Eurythmics, “There must be an angel”-. Pero si seguimos dándole juego a la palabra “daimon”, es de la que deriva nuestro actual “demonio”, en cuanto “dios menor”, y como menor, malo. Por tanto, al final, la felicidad podría venir de la mano de un demonio, bueno, pero demonio, que nos empuja a cosas más allá de las que la razón indica. O, precisamente, indicadas por la razón para ser felices. A mí me gusta más esta idea de la felicidad. Será porque es domingo.
jueves, 14 de octubre de 2010
Este poema de Pedro Salinas siempre me ha recordado a Aristóteles y durante algunos años le he empleado en clase,
Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eras.
¿Qué destacaríais de él? (sabiendo de Aristóteles y sin saber)
jueves, 7 de octubre de 2010
No le han dado el Nobel a Murakami pero da igual

sábado, 2 de octubre de 2010
Pre-ocupados
