martes, 17 de mayo de 2011

Platón y maquillaje



Ahora que ya estamos en el final de curso y no se tienen ganas de muchas cosas, os dejo una entrada curiosa sobre la relación entre Filosofía y maquillaje, con Platón como protagonista. Para que cuando estemos pensando en el modelito del día de la graduación, lo hagamos con otro status. Es que, a veces, la Filosofía está en todas partes donde uno quiera verla.

miércoles, 11 de mayo de 2011

semana rara

La semana pasada, a raíz de la muerte de Bin Laden, me preguntan los alumnos de Educación para la Ciudadanía, "Charo, ¿tú qué opinas de la muerte de Bin Laden?" Antes de responder, les pregunto a ellos, "¿y vosotros?" y todos, menos uno, afirman que genial, que ya era hora y que qué pena que no lo torturasen más antes de matarlo y que no pueda verse el cadáver. Uno dice no creerse la versión de que esté en el mar. Y otro, por fin, dice tímidamente que a lo mejor habría que haberle hecho un jucio justo, y que si en clase hemos condenado lo de Guantánamo, esto es lo mismo. Entonces les recuerdo el año que llevamos con los Derechos Humanos -universales, es decir, válidos para todos-. Pero dicen que no, que aquí eso no cuenta. Viernes a última hora, 2º de Bachillerato, mientras recogemos, la misma pregunta. "Charo, que qué opinas de lo de Bin Laden". Mismo procedimiento. "¿y vosotros?" Un grupo al fondo sostiene que genial lo ocurrido. El resto silencio y otros cuantos -menos mal- dicen que no deben hacerse así las cosas.
Ayer, corrigiendo un examen de 4º de la ESO leo que un alumno escribe "Kant no se metió mucho en el cuerpo de otra persona". Aparte del espanto/risa que me recorre el cuerpo, pienso "ni en el cuerpo ni en la mente de muchos de mis alumnos".
Vaya semanita. Y encima mañana dos años ya sin Antonio Vega. Como cantaría él, me quedo "esperando nada" http://www.youtube.com/watch?v=woEc7Rf32Ok

viernes, 22 de abril de 2011

Alumnos



Hace un par de semanas vino una antigua alumna de Daimiel para hacerme una entrevista. Estudia Periodismo y en una de las asignaturas le pedían que entrevistase a alguien. Ella ha seguido mi blog, y sabe lo que he estado haciendo en los últimos años, y consideró interesante hacer su trabajo hablando de mí. A mí me encantó la experiencia. Además de la alegría de volver a ver a Rosa, las preguntas fueron muy amables y pude comprobar que aún se acordaba de muchas cosas que vimos en clase. También me dijo que algunos compañeros ven el blog, ¡y que incluso una se ha leído Tokyo Blues! -D., te recomiendo La soledad de los números primos-.



En estos días, que he recibido la triste noticia de que aún no puedo volverme a Andalucía, reflexiono sobre lo que supone dar clase y estar en un lugar por el trabajo, lejos de la familia, y si merece la pena. Efectivamente, cuando decidí -hace 5 años ya- que me iría a La Mancha a trabajar de lo que realmente me gustaba, aunque eso supusiese estar lejos, sabía a lo que me arriesgaba. Pero si algo tengo clarísimo ahora es que eso compensa muchas cosas y que es de lo mejor que tengo en mi vida. Que es muy "yo". Y que he tenido la suerte de encontrar alumnos que hacen que este trabajo tenga más sentido del que muchos creen que tiene, aunque el sur siga quedando siempre al sur.



Mientras tanto, muchas gracias a todos.

lunes, 28 de marzo de 2011

Imaginando


En 4º de la ESO he mandado el libro La Metamorfosis. Sé que es difícil, duro, áspero, pero también sé que el alumnado que tengo por delante este año en ese curso podría dar mucho juego. Para trabajar el libro opté por un "diario de lectura", algo que, como tanto, me enseñó mi amiga Sara, y que creo que va bien. Hay momentos en los que hay que terminar el libro de otra manera, o escribir una carta a un personaje, o recontar un pasaje desde otra perspectiva... además de relacionarlo todo con la materia en cuestión, claro. Mi gran decepción ha sido cuando he visto el resultado. Pese a ser un trabajo creativo, no he visto imaginación. Lo más difícil no ha sido comprender el libro -sé que lo han hecho-, ha sido ir más allá de él. Todos ven la cucaracha, pero pocos se la imaginan. Ha habido dos trabajos que me han encantado. Uno está enfocado desde la perspectiva de un grupo que investiga el caso, con una sagacidad impresionante y digna de universitarios. El otro, inventa un final genial para la familia de Gregorio: se acaban convirtiendo, ellos también, en bichos. Y lo cuenta con la crudeza y el horror que Kafka demuestra. Y no pretendo la empatía absoluta con la lectura, ni mucho menos. Pero sí echo de menos imaginación. Capacidad para salir de lo que hay, de lo que te toca, y hacer cosas, y plantear opciones. Tienen 15 años y no van más allá de la letra. Eso es muy triste. El pensamiento más grande nace de la capacidad de cuestionarse otras opciones. De imaginarlas.

No dejéis pasar la oportunidad de crear algo nuevo, aunque sea sobre una cucaracha. Abrid nuevas ventanas. Escribid cuentos con otros finales siempre que podáis. Que la vida ya trae lo que quiere cuando le da la gana. No sed tan benevolentes con ella.

martes, 8 de marzo de 2011

¡NO PUEDEN SER MÁS GRANDES!


Siempre he pensado que de lo que más orgullosa podía sentirme de mi carrera como profesora de Filosofía, era de mi genial ocurrencia a la hora de comparar la Teoría del Conocimiento de Kant con el proceso de la digestión de todo hombre.

Hasta el viernes 4 de marzo cuando algunos de mis alumnos de 2º de BTO. A me dijeron que se iban a disfrazar de filósofos en Carnaval.

Por Dios, qué emoción.

Pero lo mejor de todo, es que lo han hecho y afirman haberse divertido.

Siendo sincera, esa clase siempre ha tenido algo; en realidad, ha tenido muchas cosas: inteligencia, humor e inquietud. Y quizá esto sea una muestra de ello. Yo siempre supe que eran geniales.

Por cierto, recuerdo que nos queda la Cena de Fin de Curso.


GRACIAS. MUCHÍSIMAS GRACIAS.

lunes, 28 de febrero de 2011

Los Pitufos, esos seres


El viernes pasado, cuando acabó la clase de Historia de la Filosofía, un alumno que siempre hace preguntas bastante interesantes, me comentó que si el sistema político defendido por Rousseau, de la auténtica soberanía del pueblo frente al Despotismo Ilustrado -"todo para el pueblo pero sin el pueblo"- podría asemejarse a la organización de los Pitufos. No lo había pensado, pero evidentemente, hay conexión. Igualdad y libertad. Y sobre todo, la riqueza entendida desde la dignidad humana, como se comenta en el texto de la PAEG. Recordé, entonces, a un compañero de la Facultad que me comentó una vez que los Pitufos son comunistas de todas todas, y que el gorro que llevaban se inspiraba en la Revolución Francesa.

No soy especialmente conocedora de estas relaciones; aquí os mando un link donde parece hablarse de eso. Yo casi siempre me fijaba en Gárgamel y en el gato, que me parecían geniales. Pero sí sé que el pueblo tiene más voz de la que muchas veces cree que posee. Y más fuerza. Pero quizá eso sea como todo, incluso a nivel individual. Que somos más de lo que sabemos o queremos creernos. Y que la mayoría de las veces cedemos poder a otros cuando, en realidad, podríamos mover(nos) por nosotros mismos como si una inercia -siempre creativa- nos estuviese impulsando hasta la eternidad.

jueves, 27 de enero de 2011

Tedio


Uno de los primeros recuerdos que tengo de la Facultad de Filosofía, de aquel maravilloso curso de 1º, fue un texto sobre el tedio que nos mandaron analizar. Era tedioso. El autor, que no recuerdo, pero que comparaba su idea con la de Pirrón sobre el mismo tema, era capaz de analizar filosóficamente este tema llevando a la escritura el cansancio y desánimo más absoluto. Casi interpretando el tedio. Como cuando, salvando las distancias, Alaska, con esa voz de cansancio absoluto, cantaba aquello de "hagamos algo, superficial y vulgar, algo tonto, que hayamos hecho ya". Te invadía el aburrimiento por los altavoces.
Ahora me acuerdo de aquello. Y querría tener de nuevo 20 años y estar en 1º de carrera, y saber que me quedaba casi todo por estrenar, y que el tedio era una cosa que quedaba lejos, o que se reservaba para las tardes de domingo, justo antes de la cena.
Siento el retraso en el blog. Era el tedio. ¿Alguna sugerencia para salir de él?