(Es verídico)
El otro día, al pasar junto a un
colegio, vi a un niño de unos 7 u 8 años que jugaba en el patio, y que no daba
a basto para controlar todos sus castillos de arena y los fuertes que los
protegían. Estaba entusiasmado pero, a la vez, concentradísimo en su tarea. Sudaba
esfuerzo, ganas y responsabilidad. Y entonces me fijé en lo mejor: llevaba una
camiseta verde que, en grandes letras blancas, decía “Too smart to be lazy”
–demasiado inteligente para ser perezoso-.
Para
todos aquellos que han aprendido con esfuerzo y ganas, haciendo de los
contenidos algo propio.
Para
todos aquellos que han enseñado haciendo de su trabajo un ejemplo de
profesionalidad y saber hacer.
Porque
somos demasiado listos para quedarnos quietos.
FELIZ VERANO INQUIETO.