miércoles, 28 de octubre de 2009

Arrugas







Como otras muchas cosas, esto tambíén se lo tengo que agradecer a mi amiga Sara. Ella es mi proveedora oficial de cómics y también me presentó esta historia, que cuenta cómo una persona mayor tiene Alzheimer y algunas de las cosas bellas que pueden pasar todavía por su vida.



Hemos estado viendo esto en Psicología y, evidentemente, perder la memoria es perder la identidad de la peor de las maneras posibles, sin ser conscientes de ello y dejándonos en la más absoluta indefensión.



No sé qué os viene a la cabeza con estas escenas, pero siempre que las he visto, he pensado que, como la canción de Anthony and the Johnsons, espero que si alguna vez me pasa algo así, haya alguien a mi lado que me recoja de una manera tan suave, que viaje conmigo a mi pasado sin hacerme sentir por ello ridícula, sino más grande. Que aún me haga participar de mi propia vida.

domingo, 18 de octubre de 2009

Sombras


Volviendo sobre el tema de la caverna, he visto esta imagen de Ellen Weinstein y me ha llamado mucho la atención. ¿Qué opináis vosotros sobre ella? ¿Qué os sugiere? Es bueno pensar en esto de cara al lunes.

jueves, 15 de octubre de 2009

Salir de la caverna



Ya conocéis todos el famoso mito de la caverna de Platón. Sin ser una platónica convencida, no dejo de admirar la hermosa metáfora del conocimiento y la realidad que supone este pasaje del maestro de Aristóteles. Siempre me sorprende, no la actitud del prisionero que consigue escapar y salir al exterior, sino la del resto de esclavos que, una vez son avisados del engaño en que viven, deciden seguir permaneciendo en su oscuridad, contemplando imágenes falsas, reducto de originales, los cuales ni siquiera tienen la intención de conocer. Y siempre me pregunto hasta qué punto estamos condenados, por ignorancia, por comodidad, o por miedo, a permanecer en el fondo oscuro de la caverna. Cuántos de nosotros serán capaces de salir y contarnos todo lo que aún desconocemos, recibiendo de nosotros siempre la misma respuesta evasiva. O lo que es peor, tachándolos de locos.


Creo en el que decide quedarse, pese a todo, en el interior. Pero se parece demasiado al que decía "no" en el poema primero de Cavafis. Me quedo con el viaje a Ítaca. Prefiero que nadie me espere al volver al hogar pero, al menos, saber la dimensión real de lo que llamo casa.

sábado, 10 de octubre de 2009

¡¡¡Ya están aquí!!!


A partir de ahora, el que no haga bien los comentarios o tenga cara de ñu, sale a la pizarra, coge al muñequito correspondiente y defiende su teoría con él en la mano.


Reto fácil para el puente: ¿qué filósofos son? (de izquierda a derecha)

Pasadlo bien.

lunes, 5 de octubre de 2009

Sócrates



Ahí va. La filosofía nunca se ha caracterizado por tener un elenco de personajes especialmente atractivos... pero bueno, no se puede tener todo en la vida. Desde luego, los muñequitos que me he comprado para los dedos son muchos más graciosos. Otro estilo.
(2º BTO.: ya están en la Wiki los textos de Selectividad. Para el jueves, el primero, el de Platón)

viernes, 2 de octubre de 2009

Versiones de nosotros mismos

Hoy me ha preguntado un alumno de 1º de Bachillerato que, dentro de los presocráticos, cuál creía yo que era el que más razón llevaba. Respondí que Heráclito, porque a mí me tira más la filosofía contemporánea, de Nietzsche en adelante, y la defensa de un cambio permanente, sin fundamento alguno detrás que lo defienda, me parece la más acorde con lo que para mí define la existencia.
Y entonces, otro alumno ha formulado una pregunta muy interesante: pero si defendemos que todo cambia y no hay nada permanente, ¿no es eso la salida fácil? ¿no es eso decir nada? Y aunque le respondí en clase y tuve muchas ganas en ese momento de que supiesen más cosas de filosofía para seguir la discusión, aún sigo dándole vueltas.
¿De verdad es lo más fácil defender que nada permanece? Para decir eso y que nos resulte fácil, tendríamos que asumir que eso que no está cuando lo buscamos, nos da igual que esté como que no. Pensemos, por ejemplo, en la gente que nos rodea. Aún asumiendo que un día están y otro pueden no hacerlo, que no hay ley alguna que asegure la permanencia, ¿nos resulta eso fácil? ¿es tan sencillo eso como decir “es que todo cambia”?
Hay mucho desgarro cuando se afirma que el devenir es lo que nos constituye. Da mucho vértigo pensar que lo que creo que es mi identidad sólo tiene de permanencia mi deseo de seguir haciéndomela. Que no hay aval que asegure mi trayectoria. Que siempre somos versiones de nosotros mismos.
Lo fácil será decirlo. Lo realmente complicado es participar de eso y, aún así, reconocernos.