domingo, 21 de noviembre de 2010

Arreglar desperfectos

"Como bien indica Pérez Reverte, integrante de la RAE y gran defensor de la Lengua Española: 'Que España sea un continuo disparate no significa que quinientos millones de hispanohablantes también estén dispuestos a volverse gilipollas'. Luchemos por nuestra lengua".
Éste es el lema de este blog, que a mí me parece genial. Cuando veo faltas de ortografía en sitios donde no puedo sacar mi boli rojo, rodearla y quitar 0'25... me pongo muy tensa... Menos mal que hay ideas así
http://acentosperdidosespana.blogspot.com/
Al que me traiga una foto suya arreglando un desperfecto ortográfico público, le subo la nota. Y bastante, ya pensaré cómo. No hay valor de hacerlo...

viernes, 12 de noviembre de 2010

Ampliar lo dado


Hoy en clase de Ética, en 4º de la ESO, hemos estado hablando del Holocausto y he nombrado el Museo Judío de Berlín, de Daniel Libenskind. La obra de este arquitecto es impactante por el mensaje que transmite, independientemente de la belleza de sus proyectos, que como el arte contemporáneo en general, es siempre foco de controversia. Recuerdo, cuando visité este Museo, la cantidad de sensaciones que me iba transmitiendo, no por la colección que contenía -que no era más que la que puede tener cualquier monumento dedicado a este tema- sino por el recorrido que cada uno de los visitantes hacíamos del edificio, diseñado para hacernos sentir de manera parecida a como vivieron los protagonistas de la historia. Así, la sala dedicada a los que pudieron huir y emigrar al extranjero, con su suelo informe, abierta al aire libre, como reducto de salvación, pero a la vez, de pérdida. O la de las voces que murieron en el proceso, donde se pisaban herraduras que representaban caras, produciendo un sonido a llanto que revivía viejas historias que todos hemos visto alguna vez en películas.
El arte, como ya vimos el año pasado en 1º de Bachillerato, es la manera de crear mundo, de ampliar lo que hay. En esa ampliación de lo dado nos jugamos que lo presente defina su sentido o lo pierda. Y si se pierde, nos perdemos nosotros con él. El arte contemporáneo sabe de redefinir los límites de las cosas, aunque no siempre se las llame bellas. Pero la belleza es sólo una dimensión más de lo real que se agota en cuanto no se la transgrede. Y la memoria tiene mucho más porvenir que la belleza.