Ya os he contado que la primera vez que leí Las Ciudades Invisibles estaba en Arquitectura y ya me pareció sorprendente.
Está la típica parte del final, de aprender a distinguir lo que es infierno de lo que no y dejarle espacio. Y lo de que el viajero aprende lo poco que tiene cuando descubre todo lo que hay en distintos sitios y las posibles vidas que estaría viviendo en cualquier otra parte.
Está la típica parte del final, de aprender a distinguir lo que es infierno de lo que no y dejarle espacio. Y lo de que el viajero aprende lo poco que tiene cuando descubre todo lo que hay en distintos sitios y las posibles vidas que estaría viviendo en cualquier otra parte.
Pero luego está el resto. Toda esa descripción de ciudades fantásticas, que están en la mente de todos nosotros, que somos todos nosotros, y que forman nuestro mundo común, que es el mundo de los sueños, de la imaginación, del miedo y de la alegría.
El problema, claro está, es que no se ven a simple vista, sino que, como hemos comentado en clase, es como la poesía: hay que mirar la metáfora que esconden para saber a qué se refieren.
No es que yo adore el tema del espacio por mi tesis -que también- sino que me parece, o siempre lo creído así, que lo que uno vive no es una configuración externa que te llega y a la cual tú te sometes, sino que el modo de vivirla, de interpretarla, en definitiva, es el que marca el paisaje mismo en el que te encuentras. Y de eso trata este libro: de saber que lo que pones en juego en cada momento es como un reconfiguración de lo que has llegado a ser y de lo que quieras que sea a partir de ahora todo. Y eso es como entrar en el País de las Maravillas: inaugurar cada vez una vida entera, y volverla a deshacer, y recordarla. Y proyectar la siguiente como si no hubieras perdido nada.
bueeno veo que no comenta nadie, pero yo si lo voy hacer porque me ha gustado mucho lo que has escrito y tu forma de ver e interpretar el libro.
ResponderEliminarPienso que es un libro que de verdad nos ha hecho pensar (algunos mas que a otros) pero precisamente por eso, porque hay que ver la realidad de la metafora.
A mi si que me ha servido de algo, ya no solamente por pensar en las ciudades en las que he trabajado, sino porque cada ciudad te incitaba a pensar de una forma diferente, como si fuera otro mundo donde todo es distinto. Aunque tambien tengo que reconocer que alguna ciudad se me ha escapado...
Las ciudades invisibles lo que me ha dado ha entender, es que, cuando tu visitas un lugar tu lo vas a ver con de distinta forma que otra persona, porque es tu perspectiva, tus sentimientos e impresiones (Ortega y Gasset, la verdad es el conjunto de perspectivas de personas distintas) y si alguna vez vuelves a ese lugar, al verlo, reviviras los recuerdos que tuviste en la primera vez que estuviste alli.Esa es mi opinión. Por cierto,muy bueno la alusión al País de las Maravillas, ya que se ha estrenado la peli de Tim Burton, es buenisima. ^^
ResponderEliminarYa es primavera en el corte ingles... :)
ResponderEliminarAunque esto no tenga nada que ver,necesito expresar esta última clase de Nietzsche, porque puedo decir que con diferencia para mí esta ha sido la mejor clase de 2 de bachiller de Filosofía con esto no quiero decir que las demás sean malas :S pero a lo que iba GRACIAS por hacernos un poquito más listos y menos icultos después de estás dos clases siento vida y quiero conocer mucho más de este filosofo, como me gusta junto con Spinoza, Kant y Marx lo mejor lo estamos dando ahora yupiii!!!
ResponderEliminarJo, anónimo, MUCHÍSIMAS GRACIAS. Me ha gustado -como siempre- dar a Nietzsche. Pero es que, además, os notaba a todos muy atentos, y entendiéndolo, y viviéndolo.
ResponderEliminarSi es tal y como dices, me puedo dar por satisfecha, porque parece que he sido capaz de transmitir lo que para mí es la Filosofía. Gracias.
Por cierto, los trabajos de Las Ciudades Invisibles que he leído hasta ahora están bastante bastante bien, habéis hecho lo que quería, que no era más que eso, relacionar cosas, interpretar cosas. Como dice Belén, pensar. Sólo eso, que no es poco.
ResponderEliminarestoi totalmente de acuerdo con Anonimo...ya lo sabes! :P por cierto Charo, ya hemos hecho el grupo de Facebook!!! xD se llama Nietzsche :) (con la carita sonrriente y todo, era para diferenciarlo de los del resto :D)
ResponderEliminar¡¡Ese grupo de Facebook de Nietzsche...!! ¡qué güeno!
ResponderEliminarCreo que ya tengo la cita (a ver qué os parece), es una de mis favoritas: "Sólo quien lleva en su alma un caos, podrá poner en el mundo una estrella"
El lunes me lo explicáis todo, que yo no he participado de ningún Facebook y no tengo ni idea.
perdona, ¿puedes explicar esa cita? no la entiendo
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarEntro al blog y la primera entrada que veo es esta, que bien!! Un libro primordial, y quizá lo que mas me guste del mismo es que cada uno lo puede interpretar del alguna forma. Ahi quien ve en ellas personalidades y no ciudades.
Y hablando tanto de los espacios y lugares, puede que os resulte interesante la teoria del "No-Lugar" de Marc Auge.
Saludos!
Ya me diras qe hago comentando un domingo de romeria a las 11 y media de la noche....
ResponderEliminarPero la frase que has puesto... no tiene precio, xq precisamente muchos intentamos poner nuestra estrella y cuando vemos que no podemos ponerla o que no es del gusto de los demas te desanimas...
Esperemos que dentro de poco se ordene el caos, que no se yo si es tan buena idea tenerlo dentro...
(José, le di a aceptar tu entrada, pero no sale, no sé por qué. ¿Puedes volver a incluirla? Sorry!)
ResponderEliminarAh, pues acaba de salir. No entiendo nada.
ResponderEliminarComo se ve que esto está un poco al revés, vuelvo a escribir lo que ya he escrito, pero se ve que no ha salido. Sergio, que me alegro verte por aquí, que me encanta Augé y estuve media tesis citándolo, y que te esperamos por aquí.
ResponderEliminarPues tendré que leérmelo, porque en mi anterior vida sólo leía a Kant y a los alquimistas...
ResponderEliminarSiento ir tan tarde con vuestras composiciones de la vida,pero es que no me conecto mucho y descubrí el blog no hace mucho.
ResponderEliminarPuedo hacer una petición y una pregunta?Obviamente es una pregunta retórica.Te haré ambas,lo que desconozco es si tendré respueta,o más bien la deseada.(Cómo la vida misma).
PETICIÓN:Por motivos que no vienen al caso tengo dificultad de encontrar el libro,habría alguna forma de descargarmelo en formato pdf?Tú no lo tendrás no?Sí es así me lo podrías pasar?
PREGUNTA:Esta me interesa más,¿Cuál es tu último caos inerior?¿Cúal es la estrella que colgarías?¿Y cuál fue la última que lograste?
Un abrazo fuerte,desde el lugar donde se reordenan las ideas.
Bueno,la pregunta ya me la contestarás con café de por medio.En cambio,agradecería me respondiera a la petición realizada sin necesidad de cafeina de por medio...
ResponderEliminarYa que no tengo acceso a él, me imaginaré lo que dice:
ResponderEliminar"Sí. Hoy es uno de esos días. Uno de esos que cuesta tanto salir de casa, porque el tiempo no acompaña. Pero cómo la desgana de seguir viendo paredes en desuso le gana la partida a las condiciones climatológicas, decides abrir el portón de tu ya abandonada vivienda para internarte por la ciudad.
Para llegar a tu destino no te queda más remedio que ir cruzando por avenidas, calles, rotondas, glorietas, y alamedas. Alcanzarlas y abandonarlas sin mediar palabra. Sin un adiós, un lo siento, un volveré, o un perdón es que tengo prisa. Hay las dejas, sin más explicaciones, sin más remordimiento. Y es que el gen egoísta que todos llevamos dentro, ese gen que me persigue a la misma velocidad de la que huyo de él. Ese Hace que ya no me importe que las calles tengan vida propia, y aún menos, sentimientos.
Para compensar este desaire, de vez en cuando te topas con un callejón sin salida. Existe algo más inútil en el mundo que estos. Quién habrá sido el inútil que se levantó una mañana y le dio por inventarlos. Sin duda estos son los pensamientos que recorre la mente de algún perenne transeúnte, que no sabe lo esencial de su existencia. Estos son los alter egos de los que si tienen salidas. De los que te llevan a donde quieres.
Así que, de esta forma, y con estos pensamientos continuaba mi andar. Sin mediar ni media señal me sorprendió una tremenda ventolera. Así que las palabras empezaron a pasar junto a mí. Según iban pasando las miraba, al principio de reojo, como si no las conociera, como si nunca me las hubieran presentado. No tenían la menor importancia para mí. Alguna se me posaba en el hombro como para recordarme inútilmente su existencia. Pero para su desgracia ese chirribiri era totalmente inocuo.
Sin embargo un andar más tarde me encontré con otras. Esas no me las esperaba. Y por eso, mi poncho fue inútil en esta ocasión. Lo más curioso de todo esto es que cuando fueron dichas, sabía que estaban huecas de toda sustancia. Que la persona que las pronunció no sabía lo que decía y lo que conllevaba. Pero según fue pasando el tiempo, fueron alimentándose por mí, por mi inocencia mantenida.
Es ahí donde los callejones sin salida salen a mi rescate.
Y afortunadamente mis ojos descubren de qué están hechos los adoquines por los que camino, de esas otras palabras, de esas menos livianas, de esas que por mucho que quiera, y sople, nunca se las lleva el viento."
dijo... dijo... perdona por el retraso en la respuesta, pero es que este blog cierra por vacaciones, aunque tratándose de ti, haré una excepción. A tu petición, te diré que ése será mi regalo de cumpleaños, que me des una dirección donde enviártelo.
ResponderEliminarA las preguntas: ,¿Cuál es tu último caos interior? Ser capaz de vivir sin excesiva preocupación, como si los días fueran adolescentes. Como si yo fuera adolescente. ¿Cuál es la estrella que colgarías? Si por colgar una estrella entendemos dejar algo ahí como posible trofeo que quiero lograr, pues la tranquilidad de los días. ¿Y cuál fue la última que lograste? Suena material, pero licenciarme en antropología. El resto de cosas, no creo que dependan tanto de mí.
Que los callejones sin salida nunca confundan tu paso. Que sólo sean un punto donde repostar. Sé que ahora tú haces tuyos los versos de Lorca, "porque yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa", pero ten siempre claro que, aunque las calles parezcan volubles, tu casa, donde quiera que esté, siempre se hará de cimientos muy sólidos, y dará a muchas calles, y siempre tendrá una salida. Una puerta abierta para recibir y también para salir, para cambiar.
Un abrazo, amigo.