Aristóteles entendía que a la felicidad se llegaba por la virtud. Y a ésta la conducía la razón, para lograr el término medio. Lo de toda la vida: pensar antes de actuar te asegura que las cosas saldrán bien –o, por lo menos, ayuda-. Y por eso la “eudaimonía” se entendía como ese camino racional que conduce al bienestar. Pero llevo unos días pensando que prefiero darle una vuelta de tuerca. Con el permiso de S. y de aquellos expertos en Latín y Griego, eudaimonía viene de “eu”, bueno, y “daimon”, pequeño dios, pequeña fuerza mágica, podría decirse. Entonces, ciñéndonos a la letra, la felicidad es una especie de dios bueno –algo así como lo que cantaban los Eurythmics, “There must be an angel”-. Pero si seguimos dándole juego a la palabra “daimon”, es de la que deriva nuestro actual “demonio”, en cuanto “dios menor”, y como menor, malo. Por tanto, al final, la felicidad podría venir de la mano de un demonio, bueno, pero demonio, que nos empuja a cosas más allá de las que la razón indica. O, precisamente, indicadas por la razón para ser felices. A mí me gusta más esta idea de la felicidad. Será porque es domingo.
domingo, 24 de octubre de 2010
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Mmmm.... ¿Y si en realidad esa palabra hace mención a ese termino medio? Si tenemos que "eu" se refiere a lo bueno, y que "daimon" a un demonio, algo que se conoce como malo, ¿no nos estaria diciendo que a la felicidad se llega mediante cosas buenas y malas?; ¿Podríamos ser felices sin cansarnos de esa felicidad? Yo pienso que somos más felices cuando nos ocurre algo "bueno" después de haber pasado por algo "malo"...
ResponderEliminarTotal, que nos tiene que pasar de todo, es inevitable, si no no seríamos felices.
salu222
Sí, algo así es el sentido que reivindico. Sobre todo, esa parte de "demonio" que nos llama a cosas que pueden alejarse de lo típicamente racional, que pueda parecer que están en otro sentido guiadas por otros principios. Personalmente, nunca he estado cansada de la felicidad. Ojalá.
ResponderEliminarUn poco llegando a lo que dice Perona, creo que tiene bastante razón respecto a lo de cansarnos de la felicidad y lo que dices tú, Charo, de que nunca te has cansado.
ResponderEliminarLas cosas siempre se aprecian mucho más, cuando nos cuesta conseguirlas, por tanto, si la felicidad es algo que hemos tenido poco, más la valoraremos, y por tanto, seremos mas felices.
De la felicidad no nos cansamos, pero si de las cosas que antes nos proucían felicidad si estan ya estan totalmente conseguidas.
Un saludo!
(Por cierto, he encontrado esto y no sé qué tal estará: http://www.institutodelafelicidad.com/)
ResponderEliminarDepende de qué cosas nos hayan dado la felicidad. Al final, si son las básicas, como suele pasar, no te cansas de ellas (¿no?)
mira esto de nietzsche http://www.youtube.com/watch?v=gUECxdCR9Bo y este http://www.youtube.com/watch?v=i-ym2PEE500&feature=related x ciert soy pedro
ResponderEliminar¿Cuáles son tus necesidades básicas? Aún esas, quieres otras, algo mejor de las mismas, sería una forma de cansarse.
ResponderEliminarNo, de la optimización no se cansa una nunca.
ResponderEliminarGracias, Pedro. Muchachada+Nietzsche, es una mezcla explosiva
Por favor, echad un vistazo de los links que comenta Pedro, son muy buenos.
ResponderEliminarY mirad también esto: Punset razonando sobre si Belén Estaban es feliz:
http://noticias.terra.es/2010/genteycultura/1026/actualidad/eduard-punset-belen-esteban-felicidad-cocacola-congreso-instituto-miedo.aspx
Ustedes utilizan un idioma muy difícil para definir algo tan simple.
ResponderEliminarYo lo tomo como conseguir lo que se quiere, así pues, como los estudiantes quieren aprobar, los padres quieren tener hijos sanos y competentes, y el empresario quiere ver crecer su dinero tanto como el hambriento necesita comer. Los artistas desean estar satisfechos y en armonía con sus obras y los científicos demostrar sus teorías experimentando.
El que algo quiere, algo le cuesta. Al estudiante (futuro artista o científico), horas de dedicación en su afán; al empresario el estrés del riesgo a perder su capital; a los padres el sacrificio de educar correctamente; el hambriento roba o mata en muchas ocasiones por necesidad y no por gusto (imagínense a ustedes y a sus familias pasando verdadera hambre).
La superación de las adversidades que se anteponen en nuestros caminos es la verdadera felicidad. De eso creo que sabía un poco Ortega y Gasset. Además pienso que la ética del perspectivismo va reñida y a la vez ligada al instinto que en cada uno busca ser feliz. Necesitamos de la humanidad como medio para llegar a la humanidad como fin.. es eso lo que entiendo cuando hablan del demonio.
No sé si será acertado porque entiendo poco de filosofía, pero al menos es lo que creo.
Me parece genial tu comentario, y evidentemente, ese instinto del que tú hablas es la parte "demoniaca" que podría entenderse se pone en juego muchas veces. ¿Es la razón la que la pone en marcha o ella la que pone en marcha la razón?
ResponderEliminarNo creo que la razón de uno mismo sea igual a la de otro, de modo que habrá personas que actúen y que después piensen y personas que piensen y que después actúen.
ResponderEliminarNo me pregunta usted qué es lo correcto porque de todo se aprende, me pregunta que qué mueve qué, si los actos(instintivos) a la lógica(razón) o la lógica(razón) a los actos(instintivos).
Ora a ora b, el cambio.
Quizá ésa sea la clave, la difícil tarea de discernir lo que la razón, diferenciada absolutamente de lo se suele denominar instinto, es. Y entonces, afirmar si sólo estamos contando con ella para actuar, o que la parte menos racional -llámesele como se quiera- es parte inseparable de ella, como si de un desarrollo dialéctico estuviésemos hablando.
ResponderEliminarSísifo es un claro ejemplo de la ceguera que tiene el hombre aspirando a ser feliz. Él se imaginaba feliz desembarazándose de esa piedra y por eso la empujaba, de la misma manera que Solo (el que comentaba en el blog) empuja su vida.
ResponderEliminarYo me canso de hacer el payaso muchas veces y de intentar pensar en positivo como dicen muchos, imaginando todo más bonito y más apacible para que todo se acerque más a la felicidad. Pero más que visto está que cuantas más ganas y más fuerzas gasto en empujar mi piedra, más cansado y menos feliz estoy cuando vuelve a caerse todo.
En definitiva, que la ilusión que es la felicidad, es el velo efímero que cae al abrir los ojos. Solo es aceptarlo, que es a la vez lo difícil.
Nunca he creído en los pensamientos positivos que tratan de revestir cosas de otras que no lo son. Pero, por la misma manera, hay que intentar no revestir lo dado de negatividad. En Psicología a eso se le llama "distorsiones cognitivas". En Filosofía, Heidegger decía que "el ser se daba" y eso no es ni malo ni bueno. La interpretación viene después. Serrat lo cantó mejor que nadie "nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio".
ResponderEliminarjajaja, que gran sentido del humor.
ResponderEliminareste es el video de p tinto te lo dejo por aqui
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=0TbrCJXOfMI
Hablando de la felicidad... =)
ResponderEliminarhttp://www.elreferente.es/actualidad/como-ser-feliz-y-no-morir-en-el-intento-1758
http://www.elreferente.es/ocio/la-felicidad-no-esta-hecha-de-grandes-cosas-sino-de-pequenos-placeres-3322
Gracios, chicos. ¡Muchas gracias!
ResponderEliminarme encanta el blog!!!Me está sirviendo para poder resolver dudas.
ResponderEliminarMe encanta el blog!!me está ayudando mucho para poder estudiar mejor filosofía.
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