Este fin de semana el Babelia, suplemento cultural de El País, trae una entrevista a Gonzalo Hidalgo Bayal, que me ha gustado mucho. Destaco tres frases que creo conectan bien con lo que llevamos visto en Filosofía, tanto en Segundo, como en Primero de Bachillerato:
-"la gran complejidad de la naturaleza humana es que creemos conocernos, pero todo es un espejismo del cerebro..."
-"Hablo, como comprenderéis, desde un punto de vista literario, el único punto de vista en que se sostienen las verdades"
-"No estamos preparados para ser libres...es por la forma en que funciona el cerebro"
Y yo me pregunto, ¿Y no son las verdades literarias las que más le cuesta a nuestro cerebro soportar, cuando se ve en la letra poética la verdadera metáfora de lo que somos?
(Por cierto, y hablando de verdades: me han hecho notar que la impunidad con la que tomo fotografías y las coloco en las entradas del blog no es la manera más correcta de proceder. Atendiendo al comentario experto, rectifico: la imagen de la anterior entrada pertenece, como ya sabéis, a Chema Madoz, y la anterior, a Ellen Weinstein. Aunque Platón despreciaba a los artistas porque hacían copias de la realidad, y ésta ya era copia del Mundo de las Ideas -no quiero pensar en qué lugar dejaría a la fotografía-, no quiero -tampoco en esto- ser platónica, así que espero se acepte mi rectificación y mi promesa de mejora)
lunes, 24 de octubre de 2011
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Creo que la verdad literaria es la única verdad. Quizás es la mejor forma que tenemos de transmitir el mensaje, de asegurarnos que llega. No sé si me he explicado bien, ni si estoy en lo cierto.
ResponderEliminarPor cierto, puedes poner una pequeña leyenda debajo de la foto citando la autoría o enlazarla a otra página mediante la versión de pruebas de Blogger. Se llama blogger in draft (www.draft.blogger.com). Ahí estarás al tanto de todas las novedades que va incorporando Blogger. El nuevo diseño del escritorio que se aplicará obligatoriamente dentro de dos semanas lo puedes descubrir desde ahí también. Y la culpa de la visión antiarte de Platón la tuvo su profe de gym, seguro ;)
Pero, ¿y si algunos libros los usamos para creer que estamos en otra realidad mucho mejor? es decir, cuando nos sumergimos completamente en un libro que nos guste tanto ¿a que se debe? ¿es que no imaginamos que podemos vivir en la "realidad" del libro con gran facilidad o tal vez sea un acto de nuestro subconsciente a disfrutar de lo que no tenemos? Sin duda yo de que me sumerjo en algún libro de Matilde Asensi o Carlos R. Zafón me cuesta mucho volver a mi realidad...
ResponderEliminarPreciosas las fotografías de Chema Madoz... =)
ResponderEliminarYo por no saber no se ni cuál es mi verdad. Resulta que un día me acuesto pensando una cosa y
ResponderEliminarquizá al día siguiente veo, escucho o vivo algo
que me hace darme cuenta de que es una total mentira( para desgracia mía, que soy un poco bastante orgullosa y cabezona), pero sí es verdad
que yo no podría plantearme vivir en un mundo sin
libros, cuando no estoy leyendo algo me siento incompleta y esta es una de las pocas verdades que puedo asegurarme, además no se si os ha pasado que a veces parece que los libros os hablan a vosotros directamente.
No se si sera la verdad más verdadera, pero por
lo menos a mí es la que más me llega .
Estoy totalmente de acuerdo con Rosa, en eso de que no sabemos ni cual es nuestra propia verdad... Un día te acuestas teniendo las cosas más clara que el agua, y al día siguiente te parece que todo lo que pensabas anoche era mentira...
ResponderEliminarRosa María e Irene Aguado, eso se llama incontinencia cerebral aderezada con pigmentos viscerales.
ResponderEliminarAdoro la incontinencia cerebral y lo visceral que la dirige.
ResponderEliminarMola sentir eso que dice Rosa María, eso de que un libro te hable directamente o te describa como tirándote indirectas. A mí me pasa mucho con Hermann Hesse, y más en concreto con su Demian.
ResponderEliminarEs verdad que lo que hoy parece fuerte, al día siguiente titubea y luego cae. Eso es consecuencia del devenir. Controlar eso debería hacernos felices, pero.. alguien puede? si es así, que por favor escriba un manual porque a mí no me sale.
En cuanto a lo que la entrada cuenta, la verdad es que no había oído nunca hablar de ése autor, pero así de primeras me parece un pelín arrogante. Bien es cierto que la literatura permite crear escenarios desde la imaginación, y que todo ello se hace con la intención de exponer una idea, una verdad, pero yo pienso que todo eso tiene un punto de real. Creo que la imaginación desarrolla algo que ya hemos experimentado fuera de los libros y que nos marca, escribiendo, únicamente damos los tintes que más nos convienen para atenuar, para acentuar detalles... para embellecer la historia.